Este artículo analiza los versos de la poeta popular Rosa Araneda entre 1860 y 1900 para rastrear su experiencia urbana como una mujer trabajadora a fines de siglo XiX en Chile, con el objetivo de expandir las fuentes utilizadas para escribir la historia urbana y arquitectónica de la ciudad de Santiago. Este texto responde al llamado de la socióloga chilena Julieta Kirkwood de hacer visible las experiencias de todas las mujeres que lucharon por tener un espacio en la esfera pública para inspirar a otras mujeres. Mientras Kirkwood define el año 1900 como los inicios del feminismo en Chile —ligándolo directamente a la creación de centros para mujeres— este artículo propone que las prácticas culturales y los textos de mujeres durante los 1800s “hicieron espacio” para la participación política y urbana de las mujeres en Chile. A través del análisis de 90 impresos con poemas escritos por Araneda, este texto explora cómo la poetisa creó un espacio para la voz de una mujer en los medios impresos de fin de siglo, compartiendo su perspectiva de la ciudad de Santiago y haciéndose parte de la construcción de la capital de la nueva República chilena.