El objetivo de este artículo es comprender la transferencia universidad-empresa que se gestó en torno a la construcción del Edificio-Estacionamiento Lido (1964-1967). En este proceso, el Instituto de Edificación Experimental (IEE) de la Universidad de Chile materializó las soluciones constructivas y tecnológicas del proyecto. La incorporación de una subestructura adosada a la obra gruesa, destinada a sostener paneles prefabricados de hormigón armado, confirió al Lido un rasgo distintivo: estos optimizan la ventilación interior, disimulan los vehículos y aportan a la fachada un relieve plástico singular. Para alcanzar el objetivo enunciado, se elaboró una matriz comparativa que abarca tanto otras obras de los arquitectos Larraín como los dieciocho edificios-estacionamiento erigidos en el centro histórico de Santiago entre 1954 y 1984. Asimismo, se analizaron los 11 números de Técnica y Creación (1960-1967), los 119 números de la Revista de la Construcción (1962- 1972) y los planos originales, insumos que permitieron reconstruir el marco académico, profesional y técnico del proyecto. Con esta base se efectuó un levantamiento as-built para registrar las modificaciones introducidas durante la obra y su uso posterior. El análisis comparado evidencia la evolución formal y constructiva del Lido durante su construcción y demuestra que la alianza IEE-Larraín se cristalizó en una fachada singular, síntesis de investigación académica, destreza artesanal y voluntad industrial.